Spider-Man: De regreso a casa.



Tengo que admitir que soy fan de Spider-Man, desde niño. Sin duda es mi superhéroe favorito, y obviamente no me iba a perder la película que recientemente se estrenó en cines. 
Creo que presenta un argumento interesante y la participación de Tom Holland es sorprendente, siento que pudo retratar con su actuación al superhéroe adolescente con sus crisis y sus aprendizajes.
Por esto creo que de esta película podemos aprender muchas cosas, aquí algunas que me llamaron la atención:


1)      Usa tu cerebro, Parker
Esta frase viene de boca del director de la escuela de Peter, cuando este recibe un correctivo por ausentarse del Concurso de Conocimiento Nacional sin avisar. En esta parte de la película, Parker está experimentando una crisis, pues quiere hacer el bien, pero a la vez pone en peligro a sus seres queridos, por lo que comienza a sopesar sus acciones.

Uno cuando es adolescente se deja llevar por los impulsos, descubre las posibilidades y a veces no alcanzamos a medir el peligro que nuestras decisiones o acciones conllevan.
Hoy debemos usar el cerebro para discernir, para sopesar lo que estamos haciendo de bueno y de malo, lo que nos edifica y lo que nos hace daño como personas, como cristianos.

Usar el cerebro, significa indagar, preguntar, cuestionar, discernir y en consecuencia actuar, pues ser razonables es una de las cualidades fundamentales del ser humano. Aunque a veces parece que no lo usamos y nos enredamos en mil problemas, porque estamos como adormilados, como atontados por el ensordecedor y aturdidor sonido de los mass media, la moda, la tendencia, lo importante para mí.
Tan ensimismados que no logramos captar otras opciones, por eso “usa tu cerebro”: Todo me es lícito, pero no todo me conviene. (1 Cor 10, 23).


2) No quiero que pretendas ser como yo, quiero que seas mejor
Cuando Tony Stark conversa con Peter, tras salvar un barco partido por la mitad a causa del Buitre, el primero le da un regaño a Parker por poner en peligro a las personas del barco, y le dice que los demás lo creen un loco al confiar en un chico de 14 años, con fin de que sea parte del equipo de superhéroes: Los Vengadores.

No obstante, esta frase tiene una anhelo de superación y de humildad, una cualidad rara para Stark, pero que se deja entrever al regañar a Peter, pidiéndole que no se conforme, sino que haga las cosas mejor de lo que ya se han hecho.

Uno puede tener buenas intenciones, pero no bastan, sino que es el anhelo de ser mejores cada día. Como cristianos, deberíamos desear intensamente la santidad y trabajar por ella cotidianamente. Porque han surgido santos en el pasado, muchos, y en la actualidad nos urgen santos de la talla grande, que no tengan lástima de sí mismos ni que se aminoren por ver los grandes ideales, sino asumirlos de forma radical en su vida ordinaria.

El cristiano de hoy, al contemplar a los santos, tiene que buscar imitar sus virtudes pero a la vez hacerlo mejor, respondiendo de manera eficaz a la voluntad de Dios en el tiempo determinado en que le tocó vivir, pues dice Nuestro Señor: Sean Santos como mi Padre es santo o en otras traducciones dice “sean perfectos pues mi Padre es perfecto” (Mt 5,38-48).


     3) Si no eres tú sin el traje, entonces no eres nadie
Esta cita, viene de la misma escena anterior en que Stark habla con Parker, y es allí donde le pide devuelta el traje que le diseñó para luchar contra el equipo de Avengers dirigido por el Capitán América, en lo que fue la película Civil War.

Esto se aplica perfectamente al cristianismo, especialmente a los consagrados, a quienes usan hábito, sotana, alba, o un signo distintivo de la fe. Y esto es algo fuerte, porque habla de una coherencia de vida y de una reafirmación de la identidad.
Es como si dijera, con la sotana soy todo un santo, pero sin ella soy un desastre. Tengo que usar la sotana para que me respeten, o utilizar un signo cristiano para que me crean que si soy creyente.

Por ello, el dicho de “el hábito no hace al monje” se aplica perfectamente a este caso, puesto que quien porta el hábito o la sotana debería de irradiar por su vida de santidad y no solo porque trae el traje bien limpio o con los mejores bordados, es más hasta si es comprado en las Fábricas de Lyon.

Eso también se aplica para quienes laboramos en los medios de comunicación, si dependemos de un Smartphone o un iPhone para ser comunicadores del Evangelio, es decir, si solo somos nosotros (evangelizadores) con “el traje” (los mass media) o si realmente dejamos relucir nuestra verdadera identidad, con los dones y talentos que Dios nos ha dado, sin la necesidad de un medio electrónico.

Esta analogía se puede aplicar a muchas otras situaciones que me hacen preguntar ¿cuál es mi traje? Ese que me impide ver mi verdadero yo, porque me ata, porque me he adherido a él y he dejado de lado la aventura de encontrarme conmigo mismo.

Como dijo el Papa Francisco en el rezo del Angelus en Febrero de este año: debemos ser cristianos ¡no “de fachada”, sino de sustancia![1]

4)      No quiero que me traten como un niño.
A veces cómo jóvenes queremos realizar todo cuanto hemos soñado en un abrir y cerrar de ojos. Regularmente se nos ve acelerados, ansiosos y a veces arrogantes, porque nos sentimos capaces de todo y no necesitamos que nadie nos diga que hacer.
El papa Francisco dijo en Río de Janeiro en 2013 que los dos extremos excluidos por las sociedades son los ancianos y los jóvenes[2]. Quienes vivimos en esta época como millenials y generación Z, no vemos en los abuelos esta figura venerable que nos muestra el aprendizaje de la vida,  que nos servirá para caminar y crecer, porque simplemente “ellos que van a saber de las cosas de hoy”.

Y seguramente muchos adolescentes y jóvenes se sienten así, tratan así a los ancianos, pero también sienten ese mismo trato hacia ellos, como si los hicieran a un lado (en muchos casos lo es). Por esto la importancia del Sínodo de los Obispos a celebrarse en octubre de 2018.

En la película, Parker se queja con su amigo porque el Sr. Stark no le ha dado otra misión para combatir el mal, después de que se enfrentaron con el Capitán América. Y en su frustración dice esa frase “no quiero que me traten como un niño”.

En nuestros tiempos, los adolescentes y jóvenes necesitan espacios para crecer, desenvolverse y que propicien el encuentro de su identidad. Desgraciadamente, en muchos lugares del país, la juventud se ve como una mano de obra barata, aunque sea difícil de tratar cada vez más (por ejemplo con los millenials que parecen sentirse los dueños).

Y en la Iglesia, urgen estos espacios de desarrollo juvenil, pues a veces basta ver el mural de actividades parroquiales o entrar a un tema de confirmaciones, grupos juveniles o “pascuas juveniles”, para darse cuenta que realmente no estamos ofreciendo la frescura del Evangelio, y por otro lado los tratamos como niños, cuando están en la etapa transitoria, donde necesitan adherirse a una identidad, donde necesitan ser escuchados y que no se les hostigue ni se les condicione, sino que se le ofrezcan alternativas, para que sean capaces de ejercitar su libertad en optar por la mejor opción[3].

Aunque tiene más tela de donde cortar, la película me gustó porque en esta versión del hombre araña se muestra la atmósfera adolescente  y un poco más humana que envuelve al superhéroe, sus crisis más evidentes, sus frustraciones, su proceso de aprendizaje.
Tom Holland, sin duda, es un actor joven con un futuro prometedor en la industria del cine, ya que supo transmitir la esencia del ser adolescente en esta película y que ofrece una visión distinta de Spider-Man, que en lo personal quedé satisfecho.



[1] Francisco, papa. Mensaje del rezo del Angelus. 12 de febrero de 2017. Fuente: http://es.radiovaticana.va/news/2017/02/12/papa_ser_cristianos_%C2%A1no_%E2%80%9Cde_fachada%E2%80%9D,_sino_de_sustancia!/1292060
[2] Cfr. Ibíd., Discurso a jóvenes argentinos en la Catedral de Aparecida con ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud celebrada en Río de Janeiro 25 de julio de 2013. Fuente: https://www.aciprensa.com/noticias/texto-completo-discurso-del-papa-francisco-en-encuentro-con-jovenes-argentinos-88631/
[3] Cfr. Mujica, Jorge E., Los millennials y la Iglesia: ¿qué los aleja y los acerca a la religión?, Catholic.net. Fuente: http://es.catholic.net/op/articulos/62634/cat/283/los-millennials-y-la-iglesia-que-los-aleja-y-los-acerca-a-la-religion.html

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