INICIA EL AÑO EXTRAORDINARIO
5 COSAS QUE NOS ENSEÑA EXTRAORDINARIO
Hace
poco fui con mi hermana al cine para ver la película de Extraordinario (que en
inglés se llama Wonder). La historia está basada en la novela de R.J Palacio,
quien escribió este bestseller
inspirada en un encuentro que tuvo con una niña con una deformidad facial.
Si aún no has visto la película, enseguida
te dejo el enlace del tráiler.
La
historia narra una parte de la vida escolar de Auggie Pullman, un niño de 10
años con el síndrome de Treacher Collins
quien vive con sus padres Isabel y Nate, y con su hermana de 14 años llamada
Via.
Julia
Roberts y Owen Wilson interpretan a los Pullman, y sus actuaciones lograron retratar
de alguna forma la vida cotidiana de una familia estadounidense con un drama
específico.
Esta
película, aunque no posee efectos extraordinarios, de alta calidad, aborda
temas como la familia, el drama de ser distinto, el bullying, la bondad, entre
otros temas, pero lo mejor de ello fue la magnífica interpretación de Jacob
Tremblay como Auggie Pullman.
Creo
que Extraordinario nos enseña 5 cosas que podemos practicar en este 2018.
1.
Familia, necesitamos comunicarnos
“No compares tus malos días con mis
malos días, porque a ti nunca te miraran diferente por ser extraño”.- Auggie Pullman
En
toda familia se pasa por momentos buenos y momentos malos, pero la comunicación
es algo que siempre debe buscarse. Suponer que todo está bien o que todo anda
mal es signo de que realmente no sabemos lo que sucede en la familia.
Una
escena de la película, es cuando Auggie regresa a casa enojado porque su día
escolar fue pésimo y su hermana adolescente Via, tratando de animarlo, decide
contarle sus problemas, a lo que Auggie
reclama con la frase no compares tus malos días con mis malos días, porque a ti
nunca te miraran diferente por ser extraño.
Sin embargo, Via insiste en
dialogar y Auggie comprende que nunca había platicado tanto por vivir cada uno
en su mundo.
Hay
otras escenas donde se da este diálogo familiar, en la mesa a la hora de cenar
entre los padres y los hijos, pero esencialmente entre los padres de familia.
Isabel
y Nate Pullman tienen varios encuentros de comunicación entre ellos,
especialmente sobre Auggie, pero poco sobre Via. Que importante es expresar lo
que sentimos y lo que pensamos en la familia para una mejor convivencia, ya en
la Amoris Laetitia encontramos que
«…al valorar más la comunicación personal entre los
esposos, se contribuye a humanizar toda la convivencia familiar…»[1]
Si poco has hablado con tus padres o
tus hijos, con tus hermanos, ¿qué esperas para hacerlo? Tal vez descubras que
la solución a tus problemas estaba tan cerca de ti, o que tu problema no era tan
grande como tú pensabas.
Recuerda que «el amor es paciente, es
servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, no
procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tienen en
cuenta el mal recibido. El amor todo lo disculpa, todo lo cree,
todo lo espera, todo lo soporta.» (1 Co 13, 4-5.7)
2.
Cada quien tiene su lugar
“Nuestra familia es como un sistema
solar, pero tenemos un sol tan brillante que su luz no deja ver a los otros
planetas”.- Via Pullman
Esta
película me hace pensar en las familias que tienen a un hijo como el favorito o
el que se roba la atención de todos, ya sea por una enfermedad o una capacidad
especial que demanda atención, sin embargo, los hermanos pueden sentir celos
unos de otros por no ser atendidos de la misma forma.
Creo
que Wonder presenta ambas
perspectivas, tanto la de quien vive con un síndrome y recibe la atención de
todos, como de la hija que vive una vida “normal”, siendo comprensiva con la
situación, pero no que recibe la misma atención o afecto de sus padres.
En
la familia, todos tenemos nuestro lugar, quien es bueno en la escuela, o en la
música, quien asiste a la Iglesia, quien no, quien es comprensivo, quien es
cariñoso, etc. Cada uno tenemos un don, cada uno en su familia tienen un puesto
y una misión que cumplir. «Ciertamente,
hay diversidad de dones, pero todos proceden del mismo Espíritu.» (1 Co 12, 4).
Nuestra
primera identidad la recibimos en la familia, es donde encontramos un lugar que
ocupar, un modo de ser y de interactuar, con razón San Juan Pablo II afirmaba
que «la
familia constituye el lugar natural y el instrumento más eficaz de humanización
y de personalización de la sociedad»[2].
Aprovecha para echar una mirada a tu
familia, cómo son, cuántos integrantes son, qué lugar ocupas, cuándo fue la
última vez que hiciste sentir a tu hermana amada, o a tus padres dichosos por
lo que eres y haces.
«Darse
tiempo, tiempo de calidad, que consiste en escuchar con paciencia y atención,
hasta que el otro haya expresado todo lo que necesitaba»[3].
3.
Cambia tu forma de ver a los demás
“No podremos cambiar como luce Auggie, pero podemos
cambiar como lo vemos”.-
Mr. Tushman
No
pocas veces vemos a las personas de manera despectiva, con envidia o con
rencor. No podemos evitar ver a los desconocidos con cara de extrañeza,
especialmente a los pobres y migrantes.
Hace
poco me resonaba un cierto comercial que refiere a frases como “ella no nació
mentirosa, él no nació corrupto…”, de la misma forma que no nacimos viendo con algún
sentimiento a los otros, hemos aprendido a ver con bajeza o desprecio a quienes
no son como nosotros.
Pero
¿cómo puedo ver a los demás de forma distinta? «Cuando
la oración se alimenta de la Palabra de Dios, podemos ver la realidad con
nuevos ojos, con los ojos de la fe, y el Señor, que habla a la mente y al
corazón, da nueva luz al camino en todo momento y en toda situación»[4].
Papa
Francisco nos invita a mirar con amor a los migrantes, «reconocer que todos, tanto
emigrantes como poblaciones locales que los acogen, forman parte de una sola
familia, y todos tienen el mismo derecho a gozar de los bienes de la tierra,
cuya destinación es universal»[5]
“Quizás si supiéramos lo que piensan los
demás sabríamos que nadie es común y que todos merecen una ovación de pie, al
menos una vez en su vida”.- Auggie Pullman
Siguiendo
esta idea de mirar distinto, implica un promover a los demás, así como afirma Auggie
casi al final de la película, que debemos interesarnos por los demás, sus
sentimientos, lo que piensan. Así lo afirma Papa Francisco, «el promover tiene que ver con apoyar el desarrollo
humano integral de los migrantes y refugiados»[6].
Atrévete a mirar de forma distinta, que
tu mirada sea de compasión por el otro y que él reconozca que es mirado como
persona y no como un objeto que podemos pisotear. ¿Quieres un ejemplo? Pon
atención en las tiendas o restaurantes, ¿cómo tratas a los meseros y a quienes
te atienden? ¿Conoces sus historias, sus vidas, por qué están allí?
4.
Sé amable
“Comencé siendo amable y amigo de Auggie por
compasión, pero luego me convecí de que quería estar con él”.- Jack Will
Pasadas
estas temporadas de solidaridad ocasional y eventual, viene lo difícil, seguir
siendo amable y solidario con los vecinos, los hermanos, los padres, los hijos,
los amigos, etc.
Muchas
veces preferimos huir de los problemas siendo “amables”, para no confrontar,
pero ser amable no implica fingir o ser hipócrita, sino todo lo contrario, ser
trasparente y hacer sentir a los demás que son personas que tienen una
dignidad, que es capaz de algo.
¿Cuántas
personas nos caen mal en el trabajo, en la escuela, en la familia, en el vecindario,
etc.? Piensa en ellas. ¿Cómo las tratas?
Un
buen propósito es soportar a los que nos caen mal, como una obra de
misericordia, pidiendo por ellos, en lo personal, en el Seminario he realizado
este ejercicio y me ha funcionado bastante. Santa Teresita del Niño Jesús hizo
lo mismo con algunas monjas antipáticas y difíciles que le hacían prácticamente
la vida imposible, pero aprendió el arte de tratar con personas difíciles.[7]
San
Pablo también nos motiva a ser amables por convicción y no por aparentar «Sopórtense los unos a los otros, y perdónense
mutuamente siempre que alguien tenga motivo de queja contra otro. El Señor los
ha perdonado: hagan ustedes lo mismo» (Col 3, 13).
5.
Sé tú mismo
“No pueden ignorarte si naciste para sobresalir”.-
Via Pullman
Muchos
quieren ser admirados y aplaudidos, reconocidos y ovacionados, pero sólo
quienes son auténticos pueden sentirse felices por ser quienes son.
Usar
máscaras o asumir una identidad por los amigos, por caerle bien a alguien o la
gente, fingir para entrar en un círculo social, para encajar en un grupo o ser
viral, termina por hacernos sentir mal, infelices, vacíos, porque no somos nosotros
mismos. Por eso, «en todo lo que
hagas, sé tú el que dirige, y no manches con nada tu reputación.» (Ecl 33, 23) No pisotees a los demás, sólo sé auténtico.
“Las cicatrices y las arrugas de nuestro
rostro son el mapa que nos indican en donde estuvimos”.- Isabel Pullman
No
tenemos por qué avergonzarnos de nuestras raíces, nuestra identidad surge en la
memoria familiar, de dónde venimos, dónde nacimos. «Una familia donde reina una básica y cariñosa
confianza, y donde siempre se vuelve a confiar a pesar de todo, permite que
brote la verdadera identidad de sus miembros, y hace que espontáneamente se
rechacen el engaño, la falsedad o la mentira»[8].
Mira
tú pasado. Detente y haz memoria. Todo lo que has vivido te ha llevado a lo que
eres ahora. Aprendamos de nuestros errores y sigamos adelante. Sé tú mismo,
tomando como ejemplo a los santos que ya han pasado por tus problemas.
Haz de lo ordinario, algo
extraordinario
“Tus actos son tus monumentos” Mr. Browne
Quise
agregar este punto extra, a forma de conclusión, ya que todo se puede quedar en
meros sentimientos, frases bonitas, película motivacional, etc. Sin embargo, si
cada uno decidiéramos hacer las cosas diferentes, si de verdad nos esforzáramos
por ser mejores personas, seríamos más felices.
Lo
que hacemos en nosotros y a los demás realmente sí importa, «no amemos solo de palabra y de boca, sino de verdad
y con obras» (Cfr. 1 Jn 3,18).
Haz
de tu vida ordinaria, de tus pequeñas acciones cotidianas, la oportunidad para
hacerte extraordinario.
«Para
llevar una buena vida cristiana, nunca es tarde: sea cual fuese nuestro pasado,
nuestra edad, nuestros defectos…: “Los santos, no todos han empezado bien, pero
todos han sabido terminar bien. Si hemos empezado mal, procuremos terminar bien
e iremos al cielo junto con ellos”»[9].- Santo
Cura de Ars
FUENTES:
Citas Bíblicas:
El Libro del Pueblo de
Dios, Sociedad Bíblica Católica Internacional, Buenos Aires, 1981, San Pablo.
[1] Francisco,
papa, Amoris Laetitia, Ciudad
del Vaticano, Librería Editrice Vaticana, 2016, n.34.
[2] Juan
Pablo II, papa, Familiaris
Consortio, Ciudad del Vaticano, Librería Editrice Vaticana, 1981, n. 43.
[3] Francisco,
papa, Amoris Laetitia, op.cit., n.137.
[4] Benedicto XVI, papa, Audiencia General,
Plaza de San Pedro, Miércoles 25 de abril de 2012, disponible en: http://w2.vatican.va/content/benedictxvi/es/audiences/2012/documents/hf_benxvi_aud_20120425.html
[5] Francisco,
papa, Mensaje para la celebración
de la 51 Jornada Mundial de la Paz: Migrantes y refugiados: hombres y mujeres
que buscan la paz, 1 de enero de 2018, disponible en: http://w2.vatican.va/content/francesco/es/messages/peace/documents/papa-francesco_20171113_messaggio-51giornatamondiale-pace2018.html
[6] Ibídem.
[7] Si quieres consejos sobre cómo
tratar con personas difíciles, te recomiendo que leas el siguiente artículo: https://es.aleteia.org/2017/10/18/los-consejos-de-santa-teresita-de-lisieux-para-soportar-a-la-gente-antipatica
[9] Manglano,
José Pedro, Orar con el Cura de
Ars, disponible en: http://www.catolicidad.com/2009/08/dichos-y-hechos-del-santo-cura-de-ars.html
Comentarios
Publicar un comentario